Imperdibles

Mis contribuciones en las revistas de octubre de las que a continuación comparto su portada. ¡Búsquenlas que se acaba el mes!

Niña de pelo corto

De niña mi padre me decía que las mujeres deberían tener el pelo largo. A un amigo le oí decir que prefería a las chavas de cabelleras largas, por sexys. Del hombre de mis días escucho frecuentemente un "¿por qué no te dejas el pelo largo?" Porque, claro, yo lo tengo corto. Hoy, muy corto. Y también hoy me levanté amándolo. Casi nunca pasa porque el cabello es la parte de mi cuerpo con la que nunca estoy conforme, lo que se traduce en visitas al peluquero cada dos o tres meses, para pedirle un corte nuevo. A veces salgo contenta, a veces no tanto, pero siempre –o casi siempre–, como dijeran en mi pueblo, me lo "chulean". Así, todas las estéticas por las que he pasado siempre terminan con una amiga de clienta, irremediablemente.
Y porque el pelo crece, porque el pelo me hace feliz o infeliz, porque el pelo es el que me retrasa o me deja salir a tiempo a trabajar, porque el pelo es el gran tema de mi relación con el espejo, porque algún día me rebelé y decidí cortarlo sin el consentimiento de mi papá y me sentí libre, por eso hoy le dedico este post a mi a veces incompredida cabellera. Y quizá algún día lo vuelva a dejar crecer, porque sí, hace algunos años lo tuve largo.

Antes de salir corriendo a celebrar un cumpleaños, un video de una de las canciones que me ponen de buenas.