viernes, 12 de junio de 2009

París no se acaba nunca...

Durante 17 años viví en la ciudad que me vio nacer, a la cual regreso cada que siento la necesidad de ver el azul y las nubes de su cielo. Hoy vivo en una que me ha adoptado sin preguntas ni por qués... una hermosa e intensa ciudad. Hace poco me enamoré de ésta. Me atrapó. Me sedujo. Como titula uno de mis escritores favoritos una de sus novelas: París no se acaba nunca. No para mí.










jueves, 4 de junio de 2009

Sentir


Como bien dijera Vila-Matas, en Lejos de Veracruz, citando a Pessoa, "después de todo, la mejor manera de viajar es sentir". Yo sentí. Sentí, por 19 días, mis últimos 19 días, la brisa del mar de Santorini, el sol de Sicilia en mi rostro, el sabor de Barcelona en mi paladar, la belleza y magnificencia de París. Hoy que regreso a mi tierra, vuelvo a sentir, a sentir los colores y sonidos de mi ciudad adoptiva, el DF. Esta vez las sensaciones son familiares, reconfortantes; las otras, desconocidas pero emocionantes, hermosas también, e inolvidables. Así fueron los días de mayo, los días felices y soleados de un mes en el que brilló el sol en cada lugar que pisé.