miércoles, 19 de diciembre de 2007

Música, música, música!!!

Lo que me dejó el 2007...
• Sally Shapiro
Disco Romance
• Feist
The Reminder
• Blonde Readhead
23
• Klaxons
Myths of the near future
• Justice

• Jens Lekman
Night Falls Over Kortedala
• M.I.A.
Kala
• LCD Soundsystem
Sound of Silver
• !!!
Myth Takes
• Candie Payne
I Wish I Could Have Loved You More




domingo, 2 de diciembre de 2007

Las ramas de mi árbol



Nunca me había puesto a pensar en lo rápido que pasa la vida, nunca hasta hace poco, cuando de pronto, inesperadamente, todo ese esquema perfecto en el que el tiempo, aunque avanzaba, pero sin dejar estragos a su paso más que experiencia, hizo que se derrumbara una parte de mi vida, mostrándome fría y cruelmente que estar hoy aquí no es sinónimo de eternidad.
Mi primera referencia al llegar a este mundo fueron mamá, papá, mis tíos, mis primos y mis abuelos. Después se fueron agregando más personas a ese círculo: mi hermana, mis sobrinos, mis primos, más tíos. Y eso siempre fue motivo de felicidad, pues ver que a mi árbol genealógico, al principio, pequeño y tímido, le iban saliendo más ramas hasta convertirse en robusto y frondoso, siempre me dio la sensación de vitalidad.
Sin embargo, mientras que los retoños que surgían con toda la fuerza de la juventud se iban abriendo paso, las ramas de más arriba empezaron a secarse. Nunca quise percatarme. No quería que llegara el otoño para ellas, y mucho menos el invierno. ¡No! Yo quería que mi árbol viviera en una eterna primavera, siempre verde y altivo. Pero irremediablemente ese tiempo, ¡oh, bendito tiempo!, llegó, y no hizo ninguna excepción con ellas.
La primer rama que se secó fue una de quien aprendí la nobleza, la gratitud, el trabajo y la bondad. Se mantuvo de pie 84 años, siempre con la cabeza en alto, pese a las dificultades de cuidar sola a 8 retoños.
Su vejez fue difícil, pues casi hasta el último momento trabajó de sol a sol, aún con sus piernas cansadas; y justo un diciembre frío la cruel enfermedad hizo que sus ojos se cerraran para siempre.
Su adiós fue impactante para mí, nunca hubiera imaginado la vida sin ella… Ahí fue cuando caí en cuenta que el destino, tarde o temprano, nos alcanza.
Hay otras dos ramas que sé que esperan ya el final. No puedo imaginar lo que ellos están pensando, de hacerlo me volvería loca. Y es qué, ¿cómo aceptar ese tic-tac de un reloj que en cualquier momento puede detenerse mientras a su alrededor las nubes siguen teniendo hermosas formas, los pájaros siguen cantando, el sol sigue saliendo y los retoños siguen floreciendo? Admiro esa fortaleza que muestran delante de mí, pues con ello sólo me están preparando para decirme que no pasa nada, que los ciclos tienen que cumplirse, que así siempre fue, que así siempre será.