jueves, 13 de enero de 2011

No llovía. Bueno, casi...

1
Las campanadas seguro eran para la misa de 7. Esas mismas campanadas que suelo oir los domingos a lo lejos, cuando despierto tarde. Esta vez, cercanas, a tan solo una cuadra de mis pasos. Llovía. No, ahora que lo recuerdo no llovía, sólo eran unas gotas casi imperceptibles, y yo tan ansiosa de usar el paragüas que él me regaló. ¡Aaaah, los paragüas! Este verde manzana viene de Nueva York, reemplazando al rojo que me trajeron de Barcelona y sustituyendo en definitiva al rosa que llegó desde París, que en realidad sólo sirve como mero objeto del deseo, pues su mecanismo de apertura dejó de funcionar. Y eso que no me gustan los días lluviosos...

2
Ahora, Leonard Cohen y su Hallelujah, mientras el tiempo acerca la medianoche.
I did my best, it wasn't much
I couldn't feel, so I tried to touch
I've told the truth, I didn't come to fool you
And even though
It all went wrong

3
Ahora. Tres libros esperando. Tres. Quisiera, para ellos, tener más ojos, más cabeza... y, en una de esas, menos corazón.

4
Más tarde, cerrar la compu; cerrar el libro que elegiré; cerrar el FB; cerrar el blog; cerrar los ojos; cerrar el día; cerrar y poner la mente y corazón en blanco. Otra vez tu, corazón.

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